Creo
que yo me enganché muy rápido, al principio uno va al casino y tiene una
máquina favorita y si alguien la está ocupando se va a una cercana esperando
que se desocupe que pasa a ser la segunda favorita. El caso es que cuando uno
puede sentarse en la máquina que le gusta lo que menos se quiere es abandonarla
es como si la tragamonedas fuera tu amante y tuvieras miedo de que alguien te
la quitara. Roberto
El juego compulsivo
se esta convirtiendo en un problema cada vez mayor para las empresas en
todo el mundo. En los países donde se permite la operación de casinos, la ludopatía
rápidamente se posiciona como la tercera causa de adicción entre la población
en general –después del alcohol y el tabaco-. Así que es necesario que los
supervisores y gerentes de una organización estén enterados que es probable que una parte
de sus empleados puede padecer esta enfermedad y sepan como darle un manejo adecuado.
Para que la ludopatía se pueda establecer tienen que existir
dos facilitadores en el individuo; que tenga tiempo de ocio y que tenga los
recursos económicos para empezar a apostar. Por esta razón muchas veces son los
miembros que contribuyen más en la empresa -ejecutivos, vendedores,
supervisores, etc.- los que están en peligro de padecer ludopatía.
Antes que nada hay que entender que este no es un problema
de falta de voluntad, un capricho del individuo o una falla moral; sino una enfermedad donde el jugador pierde el
control de su conducta por causas biológicas, psicodinámicas o simplemente
porque apostar es un actividad muy adictiva en sí. Lo primero es aprender a
reconocer los síntomas y saber que se debe hacer para orientar al empleado en
las mejores alternativas de solución.
Los
signos reveladores de un problema con el juego en el lugar de trabajo son:
El deterioro en el rendimiento laboral. La persona puede
estar distraída, tener dificultad para concentrarse, llegar frecuentemente
tarde a las reuniones, o no cumplir con los compromisos laborales.
Ausentismo, ausencias inexplicables o desapariciones de
trabajo.
Apuestas. Los jugadores problemáticos están ansiosos por participar en actividades de apuestas con sus
compañeros y organizar visitas al casino.
Préstamos frecuentes. La persona puede pedir dinero prestado
a los compañeros de trabajo e incluso discutir con ellos acerca de la cantidad
que se les debe, asimismo solicitar dinero a la compañía como adelanto por
diferentes causas.
El exceso de llamadas telefónicas personales.
Frecuentes cambios de humor, que están relacionados por lo
general con ganar o perder apuestas.
Los departamentos de informática detectan la entrada a
casinos online.
El aumento de las actividades de juego durante las pausas para
el café y las horas de comida.
Cuentas de gastos infladas o el robo de propiedad de la
empresa. Una vez que todas las fuentes legales de dinero se han agotado, el
jugador problema puede en su desesperación
cometer robo o fraude. El lugar de trabajo es por lo general la principal vía
para financiar las actividades de juego.
Que
hacer
Un gerente o supervisor está en condiciones de abordar el
problema y motivar a la persona a obtener la ayuda apropiada. Si se sospecha
que un empleado tiene un problema con el juego, esto es lo que debes hacer:
Expresar la preocupación que se tiene de una manera amable.
No diagnosticar, ni etiquetar o dar
consejos. Ser claro y sin juzgar y hablar sólo desde la perspectiva
laboral. Por ejemplo, "he notado cambios en tu rendimiento y estoy
preocupado por ti".
Utilizar únicamente las observaciones relacionadas con el
trabajo. "Veo que llegas tarde después de comer casi todos los días"
o "Veo que estás demasiado distraído para trabajar".
Ser positivo. Centrarse en los atributos positivos y
contribuciones, tales como "Tú siempre has trabajado bien" o
"Eres una persona muy comprometida con lo que haces".
Explicar como afecta su conducta a la empresa "Hemos
tenido que reasignar parte de tu trabajo a otras personas porque bajo tu
productividad" o "Hemos perdido un negocio porque no has ido a
reuniones con el cliente".
Indicar claramente la posición. "Tienes que hacer tu trabajo lo mejor que puedas. Si no te corriges, tu
trabajo está en peligro".
Respetar los límites personales. "Yo no quiero meterme
en tu vida personal. Estoy, sin embargo preocupado por ti, estaría encantado de
hablar contigo sobre cualquier problema que te esté afectando".
Cuando el problema con el juego es conocido proporcionar información en lugar de consejos.
Dar el teléfono de un especialista o un
grupo de apoyo en juego compulsivo o las páginas web donde buscar información.
Preparase para la negación o una reacción hostil. Reconocer
ante la persona que es un tema que puede
ser muy difícil o incómodo de hablar pero hacer notar que la empresa está preocupada
por la persona y se busca el beneficio de todos.
Supervisar que el empleado busque ayuda y se involucre con
un programa de recuperación.
¿Qué
puede hacer la empresa?
Un enfoque proactivo de la organización puede ayudar a
reducir el impacto negativo que el juego compulsivo puede tener en el lugar de
trabajo. He aquí algunos pasos a tener en cuenta:
Políticas. Incorporar el tema de los juegos de azar en las
políticas pertinentes. La mayoría de las empresas tienen políticas sobre el uso
de Internet y de teléfono y otras actividades que no están permitidas durante
las horas de trabajo. Asegurarse de cubrir el tema de manera integral (por
ejemplo, especificar claramente que jugar por internet está prohibido).
Promover la toma de conciencia, formación e información (por
ejemplo, artículos o folletos) puede ayudar a los supervisores y empleados a
reconocer los signos de ludopatía. Ellos son a menudo difíciles de detectar por
algo se le conoce como la enfermedad oculta.
Proporcionar asesoramiento financiero. Los asuntos
financieros pueden ser tan graves como otros problemas de salud. Así que se hace necesario darle orientación financiera a los empleados que lo requieran.
Controlar todos los flujos de dinero. Algunos trabajos
implican el contacto directo con el dinero, mientras que en otros, el dinero
puede ser "movido". Al mantener un ojo en todas las cuentas se puede
proteger tanto a su organización como a los empleados. Es necesario entender
que el empleado que toma dinero no quiere robar, sino que tiene la fantasía que
puede tomar dinero para apostar, ganar y reponerlo.
Como la ludopatía muchas veces se puede confundir con otros
problemas, es importante ser conscientes de los signos y no descartar
simplemente como la pereza o la mala actitud. La detección temprana puede
evitar graves pérdidas para la organización y el empleado con el problema.