Jugaba horas sin moverme como un robot, éramos sólo la máquina y yo. En
las salas el ambiente es propicio para que no te des cuenta si es de día o
noche, la luz no es natural y no se ve la calle, tampoco hay relojes y solo se
escucha el ruido de las tragamonedas. Me volví adicta a la Coca-Cola porque me
mantenía despierta; debido a que no iba al baño tuve infecciones urinarias frecuentes
y la tensión me dañó el corazón, también padezco de enfisema pulmonar aunque no fumo, pero fue por el humo de los otros
jugadores. Isabel -70 años-.
A medida que envejecemos, nuestros cerebros se contraen
lentamente en volumen y peso, estos cambios incluyen la atrofia significativa
de los lóbulos frontales, los cuáles son el asiento de las funciones
ejecutivas. Las funciones ejecutivas incluyen la planificación, el control y la
inhibición de pensamiento y comportamiento. En las personas de la tercera edad
esos cambios provocan la incapacidad
para inhibir los pensamientos no deseados y
conducen a conductas erráticas.
En un estudio que aparece en la edición de octubre del 2007
de la revista Current Directions in
Psychological Science de la
Universidad de Queensland Australia; el
psicólogo, Bill von Hippel, informa que la disminución de la capacidad
inhibitoria en la edad adulta tardía puede llevar a tener prejuicios
involuntarios, inadecuación social, depresión y problemas de juego.
En relación a la afición a los juegos de azar, Von
Hippel encontró que los casinos parecen
ser más tóxicos para los adultos mayores
debido a que este grupo está más inclinado a tener
problemas de juego. Curiosamente estos problemas se ven agravados por la tarde,
cuando los adultos mayores están mentalmente menos alerta. Durante la
investigación se encontró que las
personas de la tercera edad están más
propensas a tener discusiones
innecesarias y también a apostar todo su
dinero durante las tardes. Estos hallazgos sugieren un posible camino para la
intervención mediante la programación de
actividades sociales importantes, excursiones o paseos durante esa parte del
día.
Si bien se reconoce ampliamente que existen cambios en las preferencias y
los valores en las personas mayores Von Hippel sostiene que hay que
entender mejor estos procesos, ya que algunos de estos pueden no ser intencionales y estar provocados
por la pérdida del control ejecutivo.
FUENTE? D:
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