Debido a que no hay estudios
de seguimiento en México para saber la suerte de los ganadores de un sorteo,
hay que acudir a las estadísticas estadounidenses que dicen que en promedio un
tercio de los ganadores de premios mayores –más de un millón de dólares– cinco
años después de obtener el dinero están seriamente endeudados o declarándose en
bancarrota, de hecho, la mayoría afirma que estaba mejor antes del premio.
Ya es casi un lugar común la afirmación pero nunca está de
más repetirla. La lotería y sus variantes son el impuesto de los tontos y de
los pobres; porque las probabilidades de ganar son extremadamente bajas, y la
gente de menores ingresos es la que tiende más a participar en esta modalidad
de juego.
En México el gobierno cuenta con dos empresas que se
encargan de organizar dos tipos diferentes de sorteos. La Lotería Nacional (LN)
y Pronósticos para la asistencia pública (PPAP).
El Melate es un sorteo de números organizado por PPAP en
donde la persona elige una combinación de seis números de una plantilla de
cincuenta y seis, este sorteo solía ser muy popular debido a que las bolsas que
se acumulaban eran altas, pero su credibilidad cayó en picada debido a que se
ha descubierto que las personas
involucradas en organizar el sorteo se pusieron de acuerdo para cometer fraude
y llevarse la bolsa.
El 22 de enero del 2012 en el sorteo 2518 los empleado de la
empresa Just Marketing que era la encargada de grabar y transmitir el sorteo
que se hacía en vivo frente a una interventora de gobernación insertaron un segmento pregrabado en donde aparecían los números sobre que previamente habían
apostado.
Al parecer la interventora que tenía que dar fe de la
legalidad del sorteo no estaba coludida, pero aprovecharon que era una persona
mayor que se encuentra en silla de ruedas para colocarla en un monitor lejos de
el área de la tómbola de números y convencerla
que lo que veía se estaba llevando a cabo en ese momento; algunos de los empleados de PPAP si estaban involucrados
en el fraude.
El monto de la bolsa ese día era de 160 millones e pesos del
que habían comprado 16 boletos para no llamar la atención sobre un solo ganador;
de acuerdo con los reportes de Pronósticos para la Asistencia Pública, dos
personas se dividieron el premio mayor de Melate de 112 millones, y dos más el de la denominada Revancha, de 48 millones.
El fraude se puso en evidencia porque la coordinadora
Técnica y Jurídica de Pronósticos, se percató de que después de la celebración
del sorteo sólo se presentaron familiares y directivos de Just Marketing a
cobrar los premios y que los
representantes de esa empresa ya no acudieron a trabajar.
Por esta causa solicitaron en marzo a la Procuraduría
General de la República (PGR) investigar el proceso del sorteo 2518.Tras las
investigaciones las autoridades congelaron las cuentas bancarias de cuatro
funcionarios públicos y los empleados de Just Marketing, con lo cual, según la
Secretaría de la Función Pública (SFP), se evitó que gastaran el dinero “ganado”.
No se sabe si esta fue un caso único o si se están investigado otros fraudes en
sorteos anteriores.
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