El paciente ludópata requiere un tipo especial de tratamiento en el que se le de atención sin hacerle sentirse juzgado; la sensibilidad del terapeuta a veces puede ser más importante que la técnica en sí.
Marco Garza www.ludopaterapia.com contacto candianim@yahoo.com

domingo, 21 de octubre de 2012

Falacias de juego (A)


Cuando estoy frente a una tragamonedas no tengo ningún tipo de control, y nada ni nadie me importa, tras perder todo lo posible y quedarme sin un centavo me voy a casa sola y perdida en un mar de dudas, arrepentida y llorando.

Luego llega la noche en la cual no duermo y después el famoso dicho de que “esto no va a suceder mas”, pero si consigo dinero a los dos o tres días vuelve a pasar y me vuelvo a arrepentir y vuelvo a no dormir y también vuelvo a decir que esto no va a pasar nunca más; y así, una y otra vez. Alejandra
 

Uno  de los mitos que se han establecido alrededor del juego tiene que ver con las matemáticas y la manera en que tendemos a ver la vida. Cuando decimos que la moneda que lanzamos al aire tiene una probabilidad de 50% de caer cara o cruz, eso no significa que a la segunda tirada va a caer el opuesto de la primera, ni siquiera indica que si caen cinco, diez, o veinte caras seguidas la probabilidad de cruz aumenta.
Todas las tiradas son eventos independientes entre sí, pero a todos nos gusta pensar que la vida tiende al equilibrio y a partir de allí se crea la falacia de que a una serie de eventos sigue su opuesto o algo que lo compense. El apostador tiende a agrupar eventos y a apostar a lo contrario; sobre ese razonamiento se han creado innumerables sistemas de juego que en papel podrán parecer infalibles, y que en la práctica han arruinado a muchísima gente.
 
En un sentido más metafísico, tampoco hay necesariamente compensación para las desgracias, así que es mejor no apostar sobre la creencia de que a la racha mala seguirá la buena. Eso aplica por igual a nivel personal como a la hora de apostarle a un equipo deportivo.

 

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