Definición de Ludopatía

Lo que empezó como afición acabó siendo una obligación; no podía pararme –asegura María–. Han sido muchas, las veces en tres años –según recuerda ahora–llegaba al casino por la tarde y abandonaba el local de madrugada.
 

La ludopatía es la incapacidad crónica y progresiva para detener el impulso de apostar; esta es la definición más sencilla que tenemos del problema, pero al analizar  sus elementos encontramos una buena compresión de la naturaleza de esta enfermedad.
Por principio de cuentas se habla de una incapacidad, que se refiere a una perdida de control, es decir a una merma en la voluntad del individuo con respecto a los juegos de azar. Esta incapacidad que al principio no estaba presente, se va gestando en un tiempo que varía de persona a persona, para algunas de ellas en menos de un año a partir de que entran a un casino se comienza a manifestar la sintomatología, mientras que otras  pueden estar cinco, diez, quince años o más apostando sin caer en conductas compulsivas y luego desarrollarlas.

La definición nos indica que ta,bién que la ludopatía se vuelve crónica porque una vez establecida es un problema que persiste por años en los que el individuo por temporadas se puede abstener de apostar pero termina recayendo. El porcentaje de remisión espontánea, es decir de la gente que por si misma decide y logra dejar de apostar es más bien bajo, así que se aconseja enfáticamente que la persona busque ayuda profesional. El juego compulsivo es una adicción que tiene buen pronóstico de recuperación, sin embargo la persona pospone demasiado aceptar el problema, así que es la familia o pareja del apostador la que debe estar atenta a los síntomas y motivar el compromiso de abstinencia.

Por último, cuando en la definición se menciona que la ludopatía es progresiva es porque este es un proceso que tiende a empeorar con el tiempo porque se desarrolla una tolerancia al juego, de tal manera que la persona necesita apostar mas seguido, por mas tiempo o mayor cantidad de dinero para derivar el mismo placer o satisfacción que al principio.