Un día
mientras jugaba en las tragamonedas una señora se puso a mis espaldas a verme.;
eso siempre me ha dado mala espina porque siento que los mirones te quitan la
suerte. Entonces ella se puso a decirme que estaba muy mal, que le prestara
dinero para cubrir unos servicios, que su marido la iba a matar. El caso es que
la despedí de mala manera y sin darle nada; quien me iba a decir que al paso del
tiempo iba a ser yo la que estuviera
mendigando en el casino para poder seguir jugando. Alicia
Desde su introducción al mundo de las apuestas las personas normalmente
empiezan jugando pequeñas cantidades, por lo que las pérdidas se vuelven
imperceptibles y las ganancias se magnifican.
En otras palabras el jugador va ganando
“subjetivamente” al tiempo que apuesta,
debido a que solo pone atención al dinero que recibe y no registra
adecuadamente el que sale. Lo que obtiene en premios le produce una gran
excitación y expectativas de que puede sacar
mucho dinero al apostar; es por eso que cada vez se apuesta más y se
pierde en mayor cantidad.
Varios estudios demuestran que lo jugadores tienden a
evaluar erróneamente la cantidad de dinero que apuestan, tendiendo a juzgarse
mas afortunados de lo que en realidad son. Por ejemplo en el año 2007 se llevó
a cabo en Inglaterra una encuesta en el
que se les pedía a los participantes que habían apostado en juegos de azar en la última semana que contestaran la siguiente pregunta -¿En
general cuando usted apuesta gana o pierde?
De acuerdo a los resultados los jugadores parecen sobrestimar
cuánto es lo que ganan en realidad a
pesar de la evidencia que contrastaba su dicho, esto no necesariamente
significa que estuvieran mintiendo deliberadamente sino que el recuerdo de
ganar era mas vivido que los cálculos abstractos que deberían realizar para
evaluar sus resultados, lo que los inducía al error.
No hay comentarios:
Publicar un comentario